miércoles, 28 de marzo de 2018

La era del ruido

Me despierto.
 Las luces están apagadas y me cuesta reaccionar aún. Estiro la mano buscando el celular, miro la hora.
Es hora de levantarse. Lo sé porque puedo escuchar los gritos de mi vecina. No entiendo que es lo que dice, pero se que va a estar todo el día gritando. Un portazo suena del otro lado.


Enciendo la tele mientras se calienta el agua para el mate. El coro de gritos mas molesto sale de la publicidad de coca cola. Cambio rápido hacia History Channel, es un canal de documentales. De seguro debe haber algo tranquilo. Lo primero que escucho es una mujer gritando a viva voz la palabra "libertad". Es un sostenido demasiado molesto para cualquier horario del día. Luego un tipo sopla un silbato. Apago la tele.
Me siento molesta. No es posible que no pueda disfrutar de unos mates un sábado por la mañana.
Miro hacía el jardín, hay sol. Sería lindo disfrutar de mi desayuno en la tranquilidad de mi propio patio. Lo que no contaba es con los parlantes de discoteca que tiene mi vecino. Que pone a todo volumen su cumbia, como si a todo el barrio le gustara esa música.
Me resigno a desayunar en medio del caos.

Tengo que ir a hacer las compras. En el super, el carnicero escucha una cosa, y en las cajas escuchan otra cosa. El resto del súper se inunda de una mezcla de pop chino y regueton.
Salgo y me encuentro con una guerra de ruido entre la maderera y su vecino.
Todo el barrio se ahoga en una marea de ruido incesante que se condimenta con las bocinas de los camiones que pasan.

Es lunes, día hábil. Voy a pagar los servicios. Las tiendas de ropa ponen música a todo volumen para llamar la atención de los compradores. A esta altura ya no se que música es. ¿Es toda distinta o son iguales? No lo se. Sólo escucho ruido.

La gente debe hablarse a los gritos. No porque esten enojados o lo que sea. Sino porque la voz humana va quedando chiquita. Inaudible. Frente a los parlantes de mas de un metro de altura, de mas de 6 mil decibeles. Delante del bullicio que se supone que es alegría.

Antes la música tenía melodia, ahora tiene bajos. TUM TUM TUM, el golpeteo se vuelve insoportable cuando  no se tiene un minuto de paz.

La gente se preocupa porque la luz de los aparatos electrónicos arruinan la visión, pero nadie se preocupa por el daño que el sonido provoca en nuestros oídos.

Quizás sea que ya estoy vieja y todo me molesta. Ya no puedo escuchar las aves por la mañana, ni los perros ladrando por la noche. Las risas de los niños han sido reemplazadas por las voces de los adultos jóvenes que se gritan de una vereda a la otra, obligando a la gente que está a su alrededor a escuchar sus cosas.

Los ruidos, el volumen alto, los gritos, se han hecho sinónimo de la alegría. Ya no queda lugar para la meditación. Para un mate en silencio. Para una charla en paz en una plaza.

Si fuese una historiadora intentando definir a esta época, la definiría como la "edad del ruido". Ya no hay contenido, sólo ruido. Una combinación de luces rápidas y sonidos fuertes que hacen todo lo posible por adormecer al cerebro. Los estímulos se suceden uno tras otro sin dar lugar a la reflexión. Internet puso la información del mundo al alcance de los dedos, pero ya no hay tiempo para asimilarla,
Cuanto mas ruido hagas, cuanto mas fuerte esté la música ¿significa que mas feliz es tu vida? No, pero la gente suele pensar que es así. La vida se aceleró, todos corren y pocos saben hacía donde van.
Todos parecen autos que corren una carrera en una ruta nacional. Pisan el acelerador a fondo, hacen rugir los motores para que todos los escuchen, pero se pierden el paisaje.
Se mueren por demostrar que son felices, en vez de disfrutar los momentos realmente felices. Si no está en facebook ¿realmente pasó? Si no llené el aire con mi ruido ¿realmente fue una fiesta?
Ya no nos escuchamos. No nos prestamos atención. La respuesta es mas importante que realmente oír lo que el otro tiene para decir. Quizás algunos hagamos el esfuerzo para detenernos a escuchar el murmullo del agua. O al viento entre las hojas, pero siempre sale algún celular sin auricular a ensordecer todo lo que sea natural.

Aún hay tiempo para darnos cuenta que así, sólo nos dirigimos al fracaso como especie. Sólo cuando los animales oyen al viento, se percatan que el depredador los acecha. Nosotros no estamos oyendo, y pronto terminaremos en las fauces de algo peor.

Quiero recuperar al silencio...



viernes, 17 de febrero de 2012

Facebook, twitter, Sónico, my sapce, msn, Skype, teléfono, carta, cara a cara...
No importa el medio. No importa la forma. El mensaje es el mismo.
Las personas somos personas. Tenemos días buenos y días malos.
Tenemos problemas, amores, desamores. Sentimos dolor, soledad, tristeza. Alegrías, bronca, decepción... En fin. Sentimos porque somos humanos.

Porque somos humanos nos comportamos así. Lastimamos al que nos quiere, porque tenemos la seguridad que nos perdonará.

Y así entramos en un círculo viciosos de herir, pedir perdón, herir, pedir perdón... Desgastando las relaciones, hasta que la herida es demasiado profunda para perdonar. O para pedir perdón.

Detrás de cada pantalla, hay una persona que siente, ríe, sufre, llora, anhela. Detrás de cada cursor que titila hay un alma deseando afecto.
Deseando ser aceptado.

No importa que red usemos. Seguimos siendo humanos. Seguimos queriendo aceptación. Deseando afecto...

lunes, 17 de octubre de 2011

Propaganda y publicidad

Publicidad: Dícese de la publicación que se emite con la intención de vender un bien o servicio.

Propaganda: Dícese de la publicación que se emite con la intención de crear o formar una opinión. La propaganda suele ser sobre partidos políticos y/o religiosos.

He ahí la diferencia.
En estos días he estado prestando especial atención a las publicidades y a las propagandas, ya que por estos pagos estamos en época de elecciones.
La publicidad es mucho mas entretenida, es mas amplia y hay muchos mas temas para jugar y de esa manera transmitir el mensaje esencial de la publicidad: ¡COMPRAME!
 Aunque es cierto que en la publicidad suele haber muchas mas herramientas y se es mas libre en la idealización de un comercial. El riesgo de enviar el mensaje de una manera errónea o no definida, el fracaso nos significará una pérdida económica. Que puede ser absorbida mediante varios métodos. Recortando costos, o bien, levantando esa publicidad indeseada y reemplazándola por otra más clara y concisa.
Sin embargo un error de esa magnitud en la propaganda significaría la pérdida total de credibilidad de la persona o institución que promociona la propaganda.

Como dije antes, estamos en época de elecciones presidenciales. Y me fascina ver como los candidatos intentan parecer confiables para los adultos, ponerse en el lugar del nieto para los jubilados y parecer "buena onda" para los jóvenes. ajajajajajaja  Uno de ellos promete wifi gratis para todos, como que eso va a ayudar al bienestar general o económico del país. jajajajaja Como si fuese posible. Otro dice que "sabe lo que hay que hacer" ¿No se acuerda que cuando estuvo al frente no hizo nada? jajjajaajajjaa
Eso sin mencionar el más patético de todos que usufructúa el nombre y apellido de su padre difunto, que dicho sea de paso, tampoco fue tan bueno en lo que hizo, pero como es la costumbre: "Todo muerto fue bueno" y este  no es la excepción. O el "doctor" que asegura buena saluda a toda la población, o que "entiende" lo que quieren los jóvenes. Y todo esto sin nombrar a la que tiene el toro por las astas. Que utiliza una falsa sensación de "Sólo yo se como conservar y extender esta burbuja de bienestar" Con su cara de apoyo a las minorías olvidadas hasta el momento. Y su archienemiga que ya no sabe como hacer, ni con quien aliarse para recuperar la credibilidad perdida.

Bien, y el pobre elector que no sabe hacia a donde correr, o a quien creerle. Y cuyo último recurso tiene la impuganción de su voto, pero ¿que ganas con eso? Absolutamente nada, sólo dejás que lo demás elijan por vos.

viernes, 26 de agosto de 2011

Si no le gusta el matrimonio gay, no se case con gays. Si no le gusta el aborto, no aborte. Si no le gustan las drogas, no las use. Si no le gusta el sexo, no lo haga. Si no le gusta el porno, no lo mire. Si no le gusta el alcohol, no tome. Si no le gusta que le quiten sus derechos, sencillo, no se los quite a los demás.

jueves, 30 de junio de 2011

Es increíble... Siempre me llamo la atención cómo viendo la misma cosa, diferentes personas ven diferentes cosas. Dicho así suena estúpido... Lo se u.u
Pero por ejemplo, en un partido de futbol. La jugada es clara. Pero el árbitro no ve ninguna falta y el linea si... No tienen exactamente el mismo punto de vista ya que están en lugares distintos de la cancha, pero están viendo exactamente la misma acción.
Es igual con las personas. Algunos ven en cierta persona a un amigo, mientras otras ven a un desconocido, y otras ven a una posible pareja, un mesias, un idiota, un dios, etc... etc...
Lo que me lleva pensar... ¿Vemos cómo es? o ¿Vemos cómo somos? O tal vez ¿Vemos cómo queremos que sea?
Supongo que "No hay datos suficientes para una respuesta significativa"...





(¿Cómo me veran a mi?) @.@